Rollos de calabacín para el colesterol

Alimentación cruda, viva y completamente saludable

La alimentación cruda o raw se está volviendo cada vez más popular en el mundo entero debido a sus propiedades. Para aquellos que sufren de colesterol alto, es más que genial, ya que propone únicamente vegetales crudos. Puedes probarla a través de estos rollos de calabacín y gozar de sus beneficios.

Las fiestas de fin de año toman a todos por asalto, incluso hasta a aquellos que tienen colesterol alto e igual se cuidan en su dieta diaria. Todos cometen excesos en dicha época del año, donde la tentación hace sufrir a cualquiera. Pero siempre es bueno volver a la realidad de la mano de una alimentación bien saludable.

Una de las recetas que puedes poner en práctica de cara a este «camino de regreso» es esta que se plantea a continuación, unos rollos de calabacín. Este plato pertenece a lo que se conoce como raw food o alimentación vegetariana cruda. No lleva cocción, sus nutrientes quedarán intactos y te ayudarán a desintoxicar el organismo, además de ser completamente apta -y recomendada- para la hipercolesterolemia. No dejes de probarla.

Ingredientes:

  • Dos calabacines
  • Cantidad necesaria de tomates secos
  • Cantidad necesaria de setas secas
  • Una taza de almendras peladas
  • Dos cucharadas de levadura de cerveza
  • El zumo de un limón
  • Un diente de ajo
  • Una cucharada de semillas de chía
  • Hojas verdes y brotes de alfalfa
  • Sal, pimienta y hierbas frescas

Preparación:

Corta los calabacines con una mandolina o un cuchillo bien filoso de forma transversal, para que te queden una especie de filete bien delgado y alargado. Reserva. Deja las almendras peladas en remojo durante al menos dos horas. Lleva al vaso de la batidora junto al zumo de limón, las semillas de chía, el diente de ajo y un poco de agua. Procesa hasta obtener una especie de paté o pasta bien cremosa. Condimenta con sal, pimienta, hierbas y la levadura.

Remoja los tomates y las setas hasta que estén tiernas, pica y mezcla con el queso de almendras. Rellena cada rebanada de calabacín con un poco de esta mezcla, cerrándolo por uno de los costados. Al servir, no tendrás más que hacerlo sobre un colchón de hojas verdes y decorar por encima con unos brotes de alfalfa. Cocina viva, sana, gourmet y sin colesterol. Ah, y deliciosa.




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