Depresión y colesterol, una relación posible

Hoy día el concepto de salud ha cambiado y se considera que una persona está sana cuando todas las dimensiones de su ser se encuentran en equilibrio. Por ello existe relación entre las enfermedades físicas, las emociones y la mente. El colesterol y la depresión no escapan a esta relación, de hecho diferentes investigaciones han descubierto que existe una posible relación entre las alteraciones en los niveles del colesterol y la depresión.

Se han realizado diferentes estudios que han evaluado una posible relación entre los niveles de colesterol y la aparición de depresión. De acuerdo a lo que se ha observado niveles bajos de colesterol total y colesterol LDL se relacionan con una mayor probabilidad de padecer depresión. Si bien estas investigaciones están comenzando, este es un hallazgo muy importante ya que alteraciones en los valores de colesterol en sangre podrían ser una posible causa de depresión, especialmente en personas mayores. El colesterol es una grasa que juega un papel muy importante en las conexiones nerviosas y los neurotransmisores. Si el consumo de grasas es demasiado bajo, los niveles de colesterol en sangre pueden descender por debajo de lo deseable. Si esto se mantiene en el tiempo se puede producir una reducción de serotonina y por ende aparecer depresión. Estas investigaciones ponen una luz de esperanza en el tratamiento de las depresiones, ya que además de los tratamientos antidepresivos convencionales, desde la dieta se puede ayudar a normalizar los niveles de colesterol y así tener una mejor calidad de vida.