Durante muchas décadas se ha estudiado la relación existente entre el consumo de café y la salud cardiovascular en general y el vínculo que existe entre esta popular bebida y los diferentes factores de riesgo como:
En un primer momento se hizo más hincapié en el efecto de la cafeína sobre los diferentes factores de riesgo, con el tiempo la atención se ha desviado también hacia otros componentes del café como alcoholes diterpénicos (cafestol y kahweol), que pudieran tener un efecto nocivo para la salud cardiovascular.
Existen investigaciones en las que se presentan indicios de una posible relación nociva entre el consumo de café y riesgo coronario y otros estudios en los cuales refutan esta afirmación.
Una posible explicación a esta diferencia es el no haber tenido en cuenta el tipo de café estudiado. Es importante recalcar que la relación entre la ingesta de café y riesgo cardiovascular debe tomarse desde una perspectiva a largo plazo, ya que se señala un descenso en el consumo de café a partir de los 50 años.
Debido a estas diferencias se ha llevado a cabo una revisión sobre 22 estudios, en la cual se ha encontrado un aumento del riesgo de sufrir infarto de miocardio en aquellas personas que consumían más de 5 tazas de café en forma diaria, en relación con aquellas personas que no bebían café.
Conclusión
Desde mi punto de vista creo que el café, como cualquier otro alimento, debe ser consumido a conciencia con sentido común y evitando el exceso. Esto minimizará sus efectos adversos y potenciará sus virtudes.
No más de 3 pocillos al día, te permitirán degustar un buen café y evitar complicaciones que puedan afectar tu salud. Los excesos son los que perjudican la salud como en todo.
Recuerda hacerte chequeos periódicos con tu médico para asegurarte una buena calidad de vida.
