La curcumina es mucho más que el colorante natural de la cúrcuma, ya que esta sustancia no sólo ayuda a bajar el colesterol, sino que aporta beneficios cardiosaludables.
De acuerdo con ciertos estudios científicos, la curcumina actuaría sobre la elasticidad arterial, aumentando la cantidad de colágeno y reduciendo el estrés oxidativo. Por otra parte, esta sustancia también disminuye la disfunción arterial propia de la edad avanzada.
Todos estos beneficios que posee la curcumina, sumado a la reducción de colesterol se ve traducido en un menor riesgo cardiovascular.
Si te apetece la cúrcuma y quieres aprovechar todas sus propiedades, es importante que conozcas cómo consumirla, para que se transforme en un remedio natural para evitar enfermedades cardiovasculares.
Para ello, coloca dos cucharaditas de cúrcuma y una cucharadita de pimienta negra en polvo en un vaso de agua y el zumo de un limón y medio. Una vez que has mezclado todos los ingredientes, puedes beberlo.
Se sugiere beber dicho remedio casero repartido en tres tomas, media hora antes del desayuno, antes del almuerzo y antes de la cena. Este tratamiento natural puedes realizarlo por dos semanas.
Además la cúrcuma puedes añadirla a otras preparaciones, como por ejemplo sopas, guisos, cereales y purés. Esta especia la puedes encontrar en comercios naturistas, herbolarios o supermercados.
Existen muchas especias que pueden cuidar tu corazón y su sistema vascular, como por ejemplo la canela, el jengibre o la albahaca.
Ten en cuenta que si bien la cúrcuma tiene propiedades terapéuticas, también puede presentar ciertos efectos adversos, especialmente si sufres problemas de vesícula y problemas de circulación.
Recuerda que, la dieta y la actividad física son dos pilares fundamentales para reducir diferentes factores cardiovasculares, como las dislipemias, la hiperglucemia y el sobrepeso.
No olvides realizarte controles periódicos de sangre para conocer tus niveles de colesterol y triglicéridos en sangre. De esta forma, podrás prevenir complicaciones en la salud.