Según los números que arrojan estas investigaciones realizadas en la Universidad de Glasgow, los pacientes que consumieron estatinas, vieron incrementada en un 9 por ciento, las probabilidades de padecer una diabetes. Sin embargo, según expresan los investigadores, no existe certeza de que el tratamiento con estatinas, aumente el riesgo de padecer diabetes tipo 2 a nivel molecular.
Por otra parte, consideran que el riesgo es bajo si se lo compara con los beneficios que aportan las estatinas para evitar enfermedades cardiovasculares en los pacientes con colesterol alto, que no responden a otro tipo de tratamientos como la dieta y los hábitos saludables.
No obstante, estos datos son dignos de ser tenidos en cuenta, para el diagnóstico temprano de un posible descontrol de los valores de glucosa en sangre, en pacientes sometidos a un tratamiento prolongado con estatinas para tratar su hipercolesterolemia.