Lo que trato de decir es que, sólo con dieta, es muy poco probable tener éxito en el descenso del colesterol llamado malo. La actividad física, cualquiera sea esta, es la llave para solucionar los altos niveles de colesterol en sangre.
El ejercicio aeróbico, consistente en hacer una actividad en forma continua durante dos minutos como mínimo, es una de las formas más sencillas para hacer actividad física, porque los aerobios son aquellas actividades como caminar, correr, nadar, remar, esquiar, saltar la soga, pedalear, que pueden ser realizados en diferentes lugares.
También actividades intermitentes como hacer pesas, o jugar algún deporte como fútbol, tenis, baloncesto, volley, basseball, balomano, golf, etc. son medios adecuados para poner tope a los altos niveles de colesterol. Estos ejercicios intermitentes se pueden realizar a mayor intensidad, y por tanto estimulan el metabolismo, haciendo que la actividad de la insulina sea más efectiva, disminuyendo la glucosa en sangre y por tanto los depósitos de triglicéridos.
Si no se hace ejercicio sistemático y planificado hay que aumentar el nivel de actividad física no asociada al ejercicio (Efecto NEAT), como subir más escaleras, caminar en vez de tomar el autobús, realizar trabajos de carpintería, jardinería, o cualquier otra actividad que implique moverse. Recuerda que un 70% de la formación de colesterol puede ser controlado realizando actividad física regularmente.