Ingredientes:
Preparación:
Amasa el kilo de harina con agua y sal, como si fueras a hacer un bollo de pan. Debe quedarte ni demasiado líquida, ni muy dura. Suficiente con que no se te adhiera a los dedos. Acto seguido, coloca el bollo en un recipiente con suficiente cantidad de agua fría, dejándolo descansar allí por un espacio de 40-50 minutos.
Transcurrido ese tiempo, tendrás que comenzar a «lavar» el bollo. Es decir, presionarlo y manipularlo para que suelte todo el almidón y quede únicamente el gluten. Lleva tiempo y deberás armarte de paciencia, cambiando el agua cuando quede demasiado blanca. Una vez que el agua salga limpia, ya estarás listo para la próxima etapa del seitán.
Para ese entonces debes tener hirviendo un caldo de verduras, donde también tienen que estar la salsa de soya, las especias y los vegetales específicados. Añade el bollo de seitán allí y cocínalo por un espacio de 40 minutos. Reserva el caldo luego para una sopa o para lo que quieras usarlo.
Luego, ya tendrás el gluten de trigo listo para usar. Sirve para sofritos, guisados, rellenos, para preparar filetes, para hacer a la plancha… En definitivas cuentas: para reemplazar a cualquier tipo de carne, pero sin ninguna clase de peligro para tu colesterol.
