¿Qué es una isquemia?
Para llegar a que se produzca un infarto de miocardio, previamente puede manifestarse otra enfermedad llamada isquemia, la cual esta relacionada con niveles altos de colesterol y triglicéridos en sangre. Para comprender un poco más este proceso es necesario conocer en detalle qué es una isquemia y cómo se produce.
Padecer de colesterol y triglicéridos altos en sangre conlleva sus riesgos, en especial si esto se mantiene en el tiempo. Dentro de las consecuencias que pueden producirse por esta situación, se encuentra la isquemia.
¿Qué es una isquemia?
- La isquemia es la disminución de circulación de sangre en las arterias coronarias que van directo al corazón. Dentro de los síntomas se pueden mencionar un dolor en el pecho, con sensación de ahogo. Si la isquemia no es tratada se produce necrosis o infarto de miocardio.
Ahora bien, ya conoces qué es la isquemia, pero como se llega a padecerla. Existen diferentes factores de riesgo, dentro de los cuales se pueden mencionar a la hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
Relación entre colesterol y triglicéridos altos e isquemia
- Cuando tienes altas concentraciones de colesterol y triglicéridos en sangre, estas grasas tienden a agruparse y depositarse en las paredes arteriales. Cuando esto ocurre el cuerpo reacciona defendiéndose, pero al tratar de atacar dicha acumulación de grasas, se forman placas llamadas ateromas que reducen el calibre de las arterias. Esto reduce sustancialmente el flujo de sangre y por ende, la llegada de oxígeno al corazón.
De esta forma se desarrolla la isquemia. Si esta no es tratada a tiempo se produce necrosis o infarto de miocardio.
¿Cómo prevenir una isquemia cardíaca?
- Consumir una dieta baja en grasas, rica en fibra.
- No fumar.
- No beber en exceso.
- Realizar ejercicio físico diariamente.
- Descansar bien.
- Controlar la presión arterial.
- Mantener un peso saludable.
La prevención va de la mano de una mejor calidad de vida, esta permite evitar complicaciones que pueden marcar tu vida para siempre. Por ello es importante realizarse controles periódicos con el médico para detectar posibles factores de riesgo.