Si sufres de alguna cardiopatía y estás pensando en hacer actividad física, es importante que antes consultes con tu médico. Él te asesorará acerca de los ejercicios adecuados para ti, teniendo en cuenta tu examen físico y un interrogatorio minucioso.
En términos generales, para aquellas personas con problemas coronarios se sugiere ejercicios como caminatas, ciclismo o natación, ya que este tipo de actividad física permite mejorar la capacidad aeróbica.
Asimismo los ejercicios de elongación o resistencia también pueden ser de utilidad en ciertos casos. Aunque estos deberían adaptarse a una rutina especialmente diseñada a ti y a la patología que sufres.
La actividad física no debería ser menor a 3 veces a la semana, siendo la duración de la misma de 20 a 40 minutos, incluyendo el precalentamiento y la elongación (dos pasos sumamente importantes que, en la mayoría de los casos no son tenidos en cuenta).
Si comienzas a ejercitarte recuerda que debes hacerlo en forma progresiva, aumentando la frecuencia a medida que el organismo responde de acuerdo a la intensidad de la actividad física. Es sumamente importante que esta actividad sea controlada y supervisada tanto por tu médico, como por un profesor de educación física.
Este control es sumamente importante para supervisar la tensión arterial, la frecuencia cardíaca y el pulso, especialmente en casos de sufrir arritmias, insuficiencia cardíaca o haber padecido de infartos de miocardio.
La actividad física es sumamente importante tanto sea para prevenir problemas coronarios, como para tratar este tipo de cardiopatías. Estos ejercicios, sumados a una dieta adecuada y los medicamentos necesarios, pueden mejorar tu calidad de vida. ¡No lo olvides!