Aquellas mujeres embarazadas que consumen altas cantidades de grasas trans, tienen más probabilidades de padecer consecuencias no deseadas, especialmente sobre la salud de su bebé. Uno de los efectos que puede complicar la salud del futuro niño es el peso al nacer.
A través de diferentes investigaciones se observó que aquellas mujeres embarazadas que consumieron principalmente aceites vegetales hidrogenados (aceites con altos contenido en grasas trans) tuvieron consecuencias sobre el crecimiento fetal.
Estos efectos nocivos sobre el aumento excesivo de crecimiento fetal se produjeron especialmente durante el segundo trimestre de embarazo. Por otra parte es importante aclarar que esta situación puede provocar hipercolesterolemia y diabetes gestacional en la madre, que a su vez puede repercutir en la salud del futuro bebé.
Como conclusión es importante hacer hincapié en el cuidado de la alimentación durante el embarazo, ya que esta influirá tanto en la salud de la madre como del bebé. Por ello es importante recordar que las mujeres embarazadas deben consumir:
El embarazo es una etapa muy importante tanto para la madre como para el futuro bebé, por ello es necesario evitar el consumo de grasas trans durante el embarazo y así reducir efectos adversos en el desarrollo fetal.
