Por qué comer legumbres para bajar el colesterol

Si tienes problemas de colesterol y si tu menú habitual son las carnes, ya es hora de que empieces a incorporar menos productos animales a tu dieta y un poco más de legumbres. Estas son maravillosas para que te sientas mejor, ya que no te perjudican en tu alimentación, sino todo lo contrario. Pero mejor presta atención a este artículo, donde verás por qué debes comer legumbres para bajar el colesterol alto.

Sin duda alguna, las legumbres son una de las mejores opciones alimenticias a la hora de luchar contra el colesterol alto. A saber, no sólo están llenas de nutrientes, fibra y otros elementos que hacen bien contra la hipercolesterolemia, sino que también reemplazan bien a las carnes, no tienen grasas perjudiciales y, además, se emplean con total facilidad. En este artículo encontrarás todas las cosas buenas que lentejas, judías, guisantes, garbanzos, soja, habas y otro tipo de legumbres te pueden llegar a aportar.

Comer legumbres es genial para el colesterol sobre todo por una razón principal: suelen ser ricas en fibra, tanto soluble como insoluble. Esto es bueno para que estas fibras «atrapen» toxinas y absorban grasa y líquido. Y también para que aumente el trabajo intestinal para eliminar esos residuos posteriormente. Pero también aportan vitaminas, minerales y muchos otros nutrientes de gran calidad.

Eso sí, ten en cuenta que no son precisamente bajas en calorías, pero tampoco excesivas. Unos 100 gramos de legumbres secas (aumentan considerablemente su volumen una vez las remojaste y cocinaste) te aportarán unas 350 calorías, aproximadamente, variando de acuerdo a las especificaciones de cada una de ellas.

Muchas de las legumbres no sólo son ricas en proteínas y hierro fácilmente asimilable por el organismo (ya que proviene de un origen vegetal), sino que también aportan mucha energía. Por ende, son ideales para reemplazar algunas carnes, resultando perfectas para aquellos que sufren de colesterol alto. Además, debido a su textura y al sabor que se les puede dar, se adaptan a toda clase de preparaciones. A partir de ellas se obtienen muchos productos sustitutos de derivados animales tales como la harina de garbanzos (reemplaza al huevo) o la soya texturizada (sustituye a la carne picada).

Las legumbres no sólo no tienen grasas perjudiciales para el organismo, siempre hablando de colesterol. Esto se debe a que son reducidas en ellas y, de tenerlas, son de origen vegetal. Al proceder de esta gama, los lípidos que puedan llegar a tener son buenos para reducir el colesterol malo y aumentar el bueno o HDL. En resumidas cuentas, no te van a perjudicar.

Las legumbres se pueden usar como se te ocurra, básicamente. Van bien en sopas y en potajes, en hamburguesas y en cremas para untar, en ensaladas y en guarniciones. Con ellas puedes preparar un delicioso hummus de garbanzos, unas hamburguesas de lentejas y hasta un queso de soja, tal el caso del reputado tofu de soya. Son verśatiles y nunca defraudan.

Eso sí, no las combines con chorizo, tocino, carnes grasas y ese tipo de alimentos poco saludables. Porque un potaje de lentejas o un guisado de garbanzos con embutidos y otros indeseables será lo mismo o peor que consumir otro plato poco apto contra la hipercolesterolemia. Siempre hervidas, germinadas y combinadas con vegetales; en cocciones que no impliquen frituras y que sean siempre sanas y ligeras.