La harina de garbanzos tiene una gran capacidad para sustituir al huevo. ¿Por qué? No sólo por el color similar que le dará a las preparaciones en las cuales la utilicemos, sino porque, al entrar en contacto con el agua y ser cocida, se solidifica sin ningún problema, generando una consistencia similar.
Así es como la harina de garbanzos puede ser usada como sustituto del huevo sin ninguna clase de problemas. Y las preparaciones en las que puede emplearse este sustituto son muy diversas.
Por ejemplo, si necesitas rebosar alguna carne, como en este atún con chía, funciona perfectamente. Por supuesto, también una tortilla de patatas o en un budín de vegetales.
A la hora de emplearlo, la recomendación es la siguiente: calcula entre 6 y 8 cucharadas de harina de garbanzos por cada huevo que quieras sustituir. Luego sólo tendrás que agregar una cantidad de agua como para que la preparación quede un poco más espesa (pero no demasiado) que el huevo batido.