Ingredientes:
Preparación:
Coloca la sandía previamente cortada en cubos, sin cáscara y sin semillas, en el vaso de la batidora. Incorpora el agua y también el zumo de limón, que evitará que la sandía se oxide. Bate hasta que los elementos se integren por completo. Ahí, añade las semillas de chía y lleva un par de horas al refrigerador. Verás, posteriormente, que la semillas generan una especie de gelatina. Estará perfecto: están activadas.
Ahora, una vez fuera de la nevera, no tendrás más que endulzar al gusto y beber a lo largo del día, comenzando preferentemente en ayunas. La sandía, por un lado, te aportará fibras y también propiedades diuréticas, que nunca están de más para evitar la retención de líquidos. Las semillas de chía son antioxidantes, muy saludables y, por sobre todas las cosas, te aportarán los siempre beneficiosos ácidos omega 3.