No consumir carnes de ninguna clase suele ser una de las primeras reacciones alimenticias que tienen aquellos que padecen colesterol alto. Y es algo bastante razonable: las grasas que aportan los animales son las más perjudiciales para la hipercolesterolemia. Está claro, no todos los elementos cárnicos afectan de la misma manera y el pescado suele ser el más permitido dentro de la dieta.
De todas formas, siempre vale la pena hacer algunas aclaraciones. No todos los pescados son aptos para el consumo cuando se padece de colesterol alto. Existen algunos pescados blancos y mariscos que tienen cantidades de grasas que no son del todo recomendables para quienes padecen de este problema. El colesterol malo supera al bueno y es preferible dejarlos de lado.
Los que sí pueden consumirse moderadamente (e incluso es recomendable hacerlo) son los pescados azules. Estos animales de aguas profundas tienen ácidos grasos de una calidad muy superior a la de otros peces. Elementos tales como el atún o el salmón , sin embargo, también tienen colesterol. Claro está, su contenido de colesterol bueno es superior al malo y, por esta razón, son recomendables. Contienen omega 3 y 6, por ejemplo.
Algunas recetas buenas que puedes aplicar con pescados saludables son este salmón a la mediterránea, un abadejo con almendras o estas albóndigas de bacalao. Recuerda siempre que consumas pescados azules, hazlos a la parrilla, al horno, a la plancha o al vapor; nunca fritos.
Ya sabes, por más que estos pescados (los azules) tengan buenas propiedades, no hace falta que comas todos los días. Acompáñalos de vegetales crudos, ensaladas, legumbres o cereales integrales. Con dos o tres veces a la semana será suficiente. Incluso puedes convertirlo en el único elemento de carne que forme parte de tu dieta anti colesterol sin ningún tipo de problema.
