Ahora bien, debes saber que la disnea es una dificultad para respirar que se percibe como falta de aire. En cualquier caso, existen diferentes tipos de disnea. ¿Te gustaría conocerlos? Pues, aquí los tienes:
Pues bien, la disnea de esfuerzo es la que aparece al realizar esfuerzos físicos, tal como su nombre lo indica. Ten en cuenta que si tienes problemas cardíacos la disnea de esfuerzo es progresiva, avanzando desde esfuerzos grandes a medianos y pequeños. Lo cierto es que es uno de los síntomas más frecuentes, si padeces de enfermedades cardiopulmonares.
En cambio, la disnea paroxística nocturna aparece durante la noche mientras duermes. También se conoce como asma cardial. Cuando tienes un episodio de disnea paroxística nocturna, te despiertas súbitamente, con falta de aire y dificultad para respirar, lo que te obliga a incorporarte para facilitar el flujo de aire a tus pulmones. En cualquier caso, la sensación suele ser bastante desesperante.
Ten en cuenta que se habla de disnea cardíaca cuando la causa que la desencadena es de origen cardíaco, ya se trate de una insuficiencia cardíaca o de otra enfermedad del corazón. De todos modos, en principio, la disnea cardíaca es de esfuerzo y progresiva a medida que avanza la insuficiencia cardíaca. Una forma particular de la disnea cardíaca es la disnea de decúbito, que te obliga a incorporarte para poder respirar,
Por otra parte, la disnea respiratoria tiene su origen en el sistema broncopulmonar. Debes saber que la mayoría de las enfermedades respiratorias pueden ocasionar disnea con falta de aire y dificultad para respirar. De hecho, la disnea es un síntoma en principio respiratorio. No obstante, como te he comentado el origen puede estar en otra parte, como por ejemplo en el sistema cardiovascular.
Por último, hay otro tipo de disnea que se define como disnea por ansiedad o disnea suspirosa. En efecto, el estrés a menudo puede causar una falta de aire temporal que se identifica como disnea. En tal caso, la dificultad para respirar se puede acompañar de síntomas tales como palpitaciones, mareos, náuseas, escalofríos, sudoración o incluso, dolor en el pecho.
De todos modos, si bien la disnea es un síntoma en sí misma, puede ir acompañada de un repertorio de síntomas. Entre los síntomas de la disnea o dificultad para respirar se destacan los mareos, las náuseas y la ansiedad que genera la falta de aire, cualquiera sea el factor que la desencadene. No obstante, el tratamiento de la disnea depende de las causas que la provocan.
En efecto, sólo tu médico podrá determinar el origen de tu disnea y a partir de ahí, los pasos a seguir:
Lo cierto es que las causas de disnea pueden ser muy diversas. En cualquier caso, muchas de ellas se relacionan con problemas cardiovasculares. A continuación, encontrarás más información sobre algunas de las más frecuentes.