Una cardiopatía congénita, como su nombre lo indica, no es ni más ni menos que una enfermedad que afecta el corazón y que ya estaba presente cuando naciste. Es decir que se originó durante la gestación.
Ahora bien, existen muchos tipos de cardiopatías congénitas, de allí que no todas se manifiestan en los recién nacidos o en los niños pequeños. Algunas cardiopatías congénitas recién son detectadas en los adultos. Quizás ese sea tu caso.
No obstante, básicamente existen dos tipos de cardiopatías congénitas: cianóticas y acianógenas o no cianóticas.
Una cardiopatía congénita cianótica es aquella que produce una falta de oxígeno, de tal magnitud, que se manifiesta a través de la coloración azulada de la piel. Dentro de este tipo de cardiopatías congénitas se encuentran las siguientes: la anomalía de Ebstein, el corazón izquierdo hipoplásico, la atresia pulmonar, la tetralogía de Fallot, el drenaje venoso pulmonar anómalo total, la transposición de los grandes vasos, la atresia tricúspide y el tronco arterial, por sólo nombrar algunas de las más frecuentes.
En cambio, una cardiopatía congénita acianógena o no cianótica, no causa cianosis, es decir coloración azulada de la piel. De hecho, en este tipo de cardiopatía congénita el flujo pulmonar se encuentra aumentado. Entre ellas se destacan las siguientes: la estenosis aórtica, la comunicación interauricular, el canal auriculoventricular, la coartación de la aorta, el conducto arterial persistente, la estenosis pulmonar y la comunicación interventricular. Cabe señalar que además, en general son más frecuentes.
En cualquier caso, las cardiopatías congénitas más frecuentes, como te señalé en el apartado anterior, son en general las no cianóticas, en el siguiente orden:
Mientras que la cardiopatía congénita cianótica más frecuente es la tetralogía de Fallot que representa del 5 al 10% del total de cardiopatías congénitas.
Por otra parte, la cardiopatía congénita no es sólo la enfermedad congénita más frecuente, sino que además, existen más de 50 tipos de cardiopatías congénitas. De allí, que cada una de ellas puede ser bastante diferente, tanto en su diagnóstico, como en su pronóstico y tratamiento.
A pesar de que cada tipo es diferente y si bien no están establecidas fehacientemente, las causas de las cardiopatías congénitas, en general, existen ciertos factores ambientales que podrían favorecer su aparición. Entre ellos, enfermedades infecciosas durante el embarazo como la rubéola, diabetes de la madre mal compensada, consumo de alcohol o de determinados fármacos.
En cuanto a los síntomas de cardiopatía congénita, dependerá del tipo de cardiopatía congénita de que se trate. No obstante, el más evidente en las cardiopatías congénitas cianóticas es precisamente la cianosis, mientras que las cardiopatías congénitas no cianóticas presentan síntomas tales como insuficiencia cardíaca, desnutrición y aumento de las infecciones respiratorias.
Lo dicho, también se aplica al tratamiento de las cardiopatías congénitas. Mientras algunas no requieren tratamiento y se resuelven satisfactoriamente con el tiempo, otras demandan tratamiento farmacológico o quirúrgico. En cualquier caso, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado, mejoran mucho su pronóstico.
Además de las cardiopatías congénitas cianóticas y acianóticas existen otras enfermedades congénitas que pueden afectar el sistema cardiovascular en general y el corazón en particular. A continuación, encontrarás más información sobre algunas de ellas.