Las arterias son indispensables para que el corazón y demás órganos reciban todo aquello que necesitan para mantenerse sanos y funcionar correctamente.
No obstante, así como la sangre transportan compuestos favorables, también pueden transportar nutrientes dañinos, en este caso para el corazón. Dentro de estos nutrientes, se encuentran ciertos ácidos grasos que tapan las arterias.
Los ácidos grasos que tapan las arterias, son las grasas saturadas, los triglicéridos y las grasas trans. Todas estas grasas las puedes encontrar en diferentes alimentos, especialmente alimentos procesados, comidas rápidas, bollería, amasados de pastelería, embutidos, carnes con alto contenido en grasas especialmente visible, así como también los derivados de las carnes como los chacinados o embutidos y los derivados de la leche, como ciertos tipos de quesos.
Tanto las grasas saturadas, como los triglicéridos y las grasas trans se encuentran en una gran variedad de alimentos. Tienes para todos los gustos, tanto dulces como salados, y lo peor de todo es que son una gran tentación. Estos ácidos grasos pueden ocasionar graves consecuencias en la salud cardiovascular, como por ejemplo isquemias o infarto agudo de miocardio.
Es importante que sepas que el corazón no es el único afectado, ya que el cerebro también puede afectarse, sufriendo un accidente cerebro vascular, más comúnmente conocido como ACV.
Estas grasas tapan las arterias, porque poco a poco se van depositando dentro de la pared interna de las arterias, reduciendo cada vez más el espacio por donde circula normalmente la sangre. Esto ocasiona que lleguen menos nutrientes y menos oxígeno, lo que deriva en un mal funcionamiento del corazón, aumentando así la probabilidad de dañar el corazón.
Lamentablemente el proceso de taponamiento de las arterias es lento, y en muchas ocasiones se descubre cuando hay síntomas relacionados con un problema cardíaco. Por ello, es tan importante la prevención, para lo cual es necesario mantener controlados los niveles de colesterol en sangre, realizar actividad física y consumir una dieta rica en fibra y en ácidos buenos u omega 3.
La prevención es la mejor forma de mantener una mejor calidad de vida, por ello libera a tu corazón de los ácidos grasos que pueden dañarlos.
