Como ya debes saber, la vitamina D se encuentra muy concentrada en algunos alimentos, como el aceite de hígado de bacalao, los pescados azules, las yemas de huevos y las setas. Además, otros que no la contienen en gran proporción naturalmente, están adicionados con la misma, como los lácteos y los cereales fortificados.
Incluso, existen suplementos de vitamina D. No obstante, no serían éstas las fuentes más importantes de vitamina D para mantener el colesterol a raya.
Si bien, diversos estudios hallaron una correspondencia entre colesterol alto y vitamina D baja en pacientes con alto riesgo cardiovascular, investigaciones realizadas con dichos pacientes a partir de la administración de suplementos con vitamina D, no arrojaron resultados positivos.
Sí, en cambio, otros estudios en mujeres menopáusicas obtuvieron una reducción notable de los niveles de colesterol LDL o malo en sangre, cuando se les administró durante cierto tiempo, suplementos de vitamina D y calcio.
En cualquier caso, al parecer, la vitamina D que contribuiría a bajar los niveles sanguíneos de colesterol malo o LDL es la vitamina D3, que el organismo sintetiza a partir del colesterol corporal en presencia de la luz solar.
De allí que tomar sol, no sólo sería importante para la salud de tus huesos por el aporte de vitamina D que esta actividad te proporciona y su rol en la formación ósea, sino fundamentalmente, para reducir tu colesterol sanguíneo. De hecho, tu principal fuente de vitamina D3 es tu propio colesterol, sometido a la acción de la luz del sol.
Además de la vitamina D, existen otras vitaminas cuyo consumo te puede ayudar a bajar el colesterol y mantener saludable tu sistema cardiovascular.
