Grasas vegetales y grasas trans

Para tener los niveles de lípidos plasmáticos dentro de los valores normales, es necesario tener una alimentación equilibrada, rica en vegetales, frutas y pobre en grasas saturadas y trans. Las grasas trans pueden encontrarse ocultas en los alimentos y pueden además en ocasiones, estar relacionadas con las grasas de origen vegetal.

Llevar adelante una dieta sana y equilibrada es importante para tener una mejor calidad de vida y prevenir enfermedades cardiovasculares. Para ello es importante reducir las grasas saturadas y las grasas trans, que pueden estar ocultas en los alimentos. Pero no sólo las grasas de origen animal pueden contener grasas trans, los aceites vegetales también pueden contenerlas. Veamos por qué.

Grasas vegetales y grasas trans

• Se llaman grasas trans cuando se le agrega hidrógeno en forma artificial a los aceites, modificando de esta forma la estructura química original.
• Este procedimiento se realiza para abaratar costos (ya que este tipo de aceites son más económicos), se alarga la vida útil de los aceites (las grasas trans frenan el enranciamiento de los aceites), potencia los sabores.
• La hidrogenación de los aceites, también permiten convertir los aceites en pastas untables, fácil de manejar.
• Estas grasas trans pueden estar ocultas en los alimentos, ya que si un vegetal que no contiene grasas trans es salteado en margarina o algún tipo de aceite hidrogenado, absorberá parte de estas grasas. Por ello no sólo es necesario no consumir alimentos que contengan grasas trans o saturadas, sino que es necesario no utilizar estos aceites hidrogenados para cocinar.

Alimentos en los cuales encontramos grasa trans ocultas

• Margarinas.
• Bollerías o amasados de pastelería.
• Palomitas de maíz para microondas.
• Patatas congeladas.
• Aderezos de ensaladas.
• Comidas rápidas.
• Dulces.
• Galletas.
• Quesadillas.
• Tacos, o alimentos que sean fritos en margarinas y/o aceites reutilizables.

Recuerda que el consumo de grasas trans es perjudicial para la salud, erradicar su consumo de la dieta habitual, puede prevenir dislipemias y por ende, enfermedades cardiovasculares.