Ateroesclerosis como complicación de hipercolesterolemia

Una de las patologías más comunes hoy en día, es la ateroesclerosis como complicación de la hipercolesterolemia. Los niveles de colesterol alto están íntimamente ligados con la formación de ateromas. Padecer de colesterol alto puede ser una situación muy común, pero no se la debe tomar a la ligera, muy por el contrario debe ser tratada y controlada para evitar males mayores.

Se considera que el colesterol se encuentra elevado por encima de los 200 mg/dl, está situación puede pasar desapercibida por bastante tiempo hasta que afecte a algún órgano u arteria. Por ello, es muy importante que te realices análisis de sangre periódicos para controlar y reducir los niveles de grasa, si fuese necesario.

Para entender un poco más de que se trata la ateroesclerosis como complicación de hipercolesterolemia, es necesario que entiendas que relación existe entre el colesterol alto y la formación de ateromas.

Cuando el colesterol se encuentra con un valor superior a lo normal, el exceso de colesterol LDL o malo circula por la sangre por todo el organismo depositándose en las arterias, sobre todo coronarias, este depósito se acumula capa sobre capa. Automáticamente se pone en funcionamiento un mecanismo de “protección” por parte de los glóbulos blancos, que se depositan sobre estas capas de grasa tratando de eliminarlas, si la cantidad de grasa existente es demasiada, se formarán células espumosas y estas se reúnen formando una placa de ateroma.

Este ateroma impide la buena circulación de sangre y por consiguiente impide la buena llegada de oxígeno a los tejidos, sobre todo cardíaco. A este síndrome se lo conoce con el nombre de ateroesclerosis.

Generalmente cuando comienzan los primeros síntomas el ateroma ya está formado, produciendo:

• Dolores de pecho.
• Fatiga muscular.
• Astenia o cansancio.
• Apnea o falta de aire.
• Isquemia.
• Infarto agudo de miocardio.
• Muerte súbita.

La ateroesclerosis como complicación de hipercolesterolemia es una enfermedad muy común, que tomada a tiempo es fácil de tratar y se pueden evitar las complicaciones que mencione anteriormente.

El refrán “más vale prevenir que curar” tiene mucho de verdad.

• Si realizas ejercicios físicos 2 o 3 veces en la semana.
• Si llevas a la práctica una dieta rica en fibra, baja en grasas y con una cantidad adecuada de calorías.

Podrás prevenir muchas enfermedades tales como la ateroesclerosis. Recuerda la importancia de visitar al médico en forma periódica.