Mantequilla casera de aceite de oliva y coco

La mantequilla de leche animal es algo completamente prohibido dentro de la dieta contra el colesterol. Algunos sustitutos vegetales también dejan bastante que desear. ¿Y si pruebas con una mantequilla casera de aceite de oliva y coco?

Durante mucho tiempo se ha creído que el aceite de coco y que este fruto en particular eran, poco más, poco menos, el demonio personificado, a la hora de hablar de lípidos peligrosos para la hipercolesterolemia. Las cosas se han ido poniendo en su lugar, demostrando que ni el coco ni su derivado oleico son tan perjudiciales como se creía.

De hecho, sus beneficios medicinales pueden ser probados a través de diferentes recetas de toda clase. Una de ella es, justamente, esta mantequilla de coco y aceite de oliva, perfecta para todos aquellos que no gustan de esos procesados industriales de dudosa calidad y quieren pasar por alto la mantequilla de leche animal. Aquí tienes la receta, para sacarte cualquier clase de duda.

Ingredientes:

• Media taza de aceite de oliva
• Media taza de aceite de coco
• Media taza de agua fría
• Una cucharada de lecitina de soya líquida
• Sal marina al gusto

Preparación:

Coloca en el vaso de la batidora el aceite de oliva, el aceite de coco, la lecitina de soya y la cantidad de sal que tu desees emplear para esta mantequilla. Bate a velocidad media durante un minuto y medio. Ese será el momento de añadir el agua, poco a poco y bien fría. Bate mientras tanto durante 30 segundos más. Coloca la mantequilla en un recipiente para llevar directamente al refrigerador y deja que se solidifique antes de consumirla.

El aceite de oliva y el de coco se integran mediante la lecitina. Además, una vez que esta mezcla haya alcanzado la temperatura necesaria, estará perfecta para ser empleada como cualquier otra mantequilla. La excepción es que esta es completamente vegetal y, por si fuera poco, saludable. Si tienes colesterol alto, esta receta seguramente te puede llegar a servir. Además, de sabor es bastante agradable, con ese inconfundible toque del aceite de oliva.