Leche de girasol con algarroba para el colesterol

La leche de girasol y la algarroba son geniales sustitutos de la leche de vaca y el chocolate, respectivamente. Entonces, ¿por qué no usarlos juntos para preparar una «leche con chocolate» que no afectará tu colesterol alto en absoluto?

Es invierno, hace frío y seguramente te apetece una buena taza de leche con chocolate. Tienes complicaciones con el colesterol y, entonces, has decidido prescindir de esta clase de productos que afectan tu salud. ¿Entonces, por qué no optar por una alternativa completamente saludable y buena para tu hipercolesterolemia?

Esta receta es una clásica leche con chocolate, realmente riquísima y muy saludable. En vez de leche de vaca, leche de girasol. En vez de chocolate y azúcar, algarroba y stevia. Es perfecta porque te llenará de nutrientes y la podrás consumir sin afectar tu salud en absoluto. Y la puedes beber bien caliente, perfecta para combatir estas temperaturas bajas que agobian al hemisferio norte.

Ingredientes:

• Una taza de pipas o semillas de girasol peladas
• Tres tazas de agua
• Una pizca de canela
• Una pizca de sal
• Dos cucharadas de harina de algarroba
• Gotas de esencia de vainilla
• Stevia o endulzante permitido al gusto

Preparación:

Siguiendo el clásico procedimiento de la leche de girasol, no tienes más que poner en remojo las semillas de girasol de una noche para la mañana siguiente. Escúrrelas y procésalas en la batidora o robot de cocina junto a las tres tazas de agua. Vuelve a colar, reserva únicamente la leche para este preparado y quédate con la pulpa del girasol para preparar un rico queso o algún relleno.

Coloca a calentar la leche de girasol, a la que añadirás la algarroba en polvo, la canela, la pizca de sal (realza el sabor de toda clase de preparaciones) y, finalmente, el endulzante que hayas escogido al gusto. Ni bien levante hervor, apaga el fuego. Mezcla bien, si es que hiciera falta que los ingredientes se terminen de integrar y así tendrás lista esta leche chocolatada, sin leche y sin chocolate, pero con algarroba y leche de girasol. Será genial para tratar tu colesterol y podrás disfrutar de un clásico invernal bien caliente, sin preocuparte.